Un clásico de la repostería, también se puede aromatizar con canela o vainilla o, como en el caso de esta propuesta, con cáscaras de limón, teniendo el único cuidado de utilizar las sin tratar.


Ingredientes:

  • 6 yemas
  • 8 cucharadas de azucar
  • 80 g de harina
  • 1 litro de leche
  • la cascara rallada de un limón sin tratar


Preparación:

Tomar una olla grande y verter las yemas de huevo, agregar el azúcar y comenzar a mezclar durante al menos 5 minutos con un batidor o, alternativamente, con una cuchara de madera. Cuando se vuelvan esponjosas, empieza a verter la harina poco a poco para evitar que se formen grumos.
En este punto vierte la leche tibia, lentamente, siempre sin dejar de remover. 

Finalmente, agregue la cascara rallada de limón  y comience a cocinar a fuego lento, revolviendo con frecuencia.
Desde el momento en que hierva, espere dos minutos, siempre revolviendo, luego apague pero continúe revolviendo por otros dos o tres minutos. 

La natilla está lista.
Déjalo enfriar, quita las cáscaras de limón y úsalo para rellenar pasteles o tartas.


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